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Revoque térmico cementicio exterior

por Julio Pereyra, Jefe de Capacitaciones de Weber Argentina 
A la hora de diseñar una obra, un punto a tomar en cuenta es cómo tratar térmicamente una vivienda.

Pero, ¿qué quiere decir aislar térmicamente una vivienda? Básicamente es cuidarla, protegerla de las inclemencias del tiempo para que no sufra deterioros en sus estructuras, en sus paredes y en las cañerías que por ellas pasan.

La aislación térmica se realiza por fuera y, en su defecto, en el interior del muro: consiste en cortar la conducción de frío o de calor hacia el interior, según sea la época del año. Los materiales pesados son los más conductivos. Por lo tanto, cuanto más livianos, menos conductivos son. Este es el concepto que se utiliza para aislar térmicamente un muro: revestirlo con materiales livianos.

Entonces, como un revoque tradicional contiene arena (el material inerte de la mezcla), se transforma en un revoque muy pesado (1900 kg/m3), es decir, muy conductivo de las temperaturas exteriores (como el caso del vaso de vidrio). Por eso, se modifica el material pesado de la mezcla (arena), por un material liviano, obteniendo un revoque de 380 kg/m3 (como el caso del vaso de polietileno expandido).

Así nace “weber.term climamur”, un mortero termoaislante mineral con gran capacidad de aislación térmica formulado especialmente para la aplicación en paredes. Este es una mezcla de cemento gris, cal aérea hidratada, agregado liviano (perlitas volcánicas) y aditivos químicos. Se coloca directamente sobre mamposterías, idealmente de ladrillos huecos cerámicos de dieciocho centímetros de ancho. Este producto no es hidrófugo, por lo que debe ejecutarse la correspondiente aislación hidrófuga previa, siendo el espesor ideal del revoque de tres centímetros. Su aplicación puede ser manual o proyectada.