por Edgardo C. Freysselinard, articulista invitado
Ciento cincuenta y tres años separan a estas dos obras que tienen como sustancia fundamental al vidrio, y como creadores de ella a Saint-Gobain.


Gran Teatro Nacional de China
Con una superficie de 200.000 m2, el Gran Teatro Nacional de China en Beijing, obra del arquitecto Paul Andreu, posee una capacidad para 6500 personas, teniendo una ubicación única en la ciudad. El edificio es un domo de titanio y vidrio que alberga, además de las salas, un gran espacio público. Está rodeado de una laguna artificial y el ingreso se realiza a través de un túnel de 60 m de largo que la atraviesa. En su interior existen tres grandes recintos: la Ópera, el Salón de Conciertos y el Teatro.
El cristal se abre como una cortina en la totalidad del edificio, que desde lejos deja ver su interior: teatros, salas de exposiciones y espacios públicos. El titanio protege y cubre, creando zonas de sombras más secretas en el interior.
Conceptualmente, el Gran Teatro Nacional es la representación de una isla cultural en el medio de un lago. Entender el espacio que contiene, desde la transparencia y el placer de los reflejos velados y profundos junto al brillo superficial y gélido de su cáscara, es la principal necesidad de los visitantes.
Esta cáscara de cristal curvado en forma de elipsoide deja fluir durante el día la luz a través del techo. Por la noche, los movimientos en el interior se pueden observar desde afuera. Posee además espacios de arte y salas de exposiciones abiertas al público. Las áreas internas que están abiertas al público en general toman la forma de un distrito urbano con una sucesión de diferentes espacios: calles, plazas, zonas comerciales, restaurantes, espacios de descanso y salas de espera. Esta área pública está muy desarrollada con el fin de dotar al edificio de un carácter abierto. Como diseño general, la ópera domina el centro del edificio. La sala de conciertos y el teatro están situados a ambos lados de la ópera.



Palacios de Cristal
En contraposición a esta obra de arquitectura contemporánea, emerge desde la mitad del siglo XIX en la ciudad de Munich el Palacio de Cristal de 1854, inspirado en el Palacio de Cristal de Londres de Joseph Paxton de 1851, realizado para la Exposición Universal de ese año, siendo este primero un edificio innovador y de gran tamaño a nivel ciudad que influenció a otras naciones. Los efectos visuales de una construcción de paredes de cristal lo convirtieron en un símbolo popular de modernidad y civilización. La destrucción de las paredes de ladrillos introdujo un concepto innovador que se convirtió en una fuerte expresión de modernidad e industrialización, a fines del siglo XIX y principios del XX.


El rey Maximiliano II de Baviera decidió llevar a cabo la Primera Exposición Industrial en Alemania, inaugurándose el 15 de julio de 1854. Este nuevo edificio se emplazó en el Antiguo Jardín Botánico de Munich, siendo el mismo obra del arquitecto August von Voit. La contribuyó a la reputación de la ciudad de Munich como un lugar de importancia en lo económico y en lo comercial, transformándola en una “ciudad del arte y de los artistas”.
En la noche del 6 de junio 1931, el “Glaspalast” fue completamente destruido. Con la toma de posesión de los nacionalsocialistas en 1933, surgió como un “Nuevo Palacio de Cristal”, la “Casa del Arte Alemán ” en el Prinzregentenstraße, diseñada por Paul Ludwig Troost.
FICHA TECNICA
Autores: Paul Andreu en conjunto con ADPi y BIAD
Superficie: 219.000m2
Ubicación: Beijing, China
Dirección de proyecto: Felipe Starling
Proyectistas principales: François Tamisier, Hervé Langlais, Mario Flory, Olivia Faury y Serge Carillion
Comitente: The Grand National Theater Committee
Año: 2007