

Centro Deportivo
CLUB BUENOS AIRES FOOTBALL
En cuanto al programa, el proyecto se conforma por: el Edificio 01, de 1.020 m2, el Edificio 02 de 1.437 m2, un puesto de control de acceso, 50 estacionamientos, dos canchas de fútbol 11 y 4 canchas de fútbol 8. Lo completa el espejo de agua de la laguna artificial, de 220 m2, cuya idea surgió como resultado económico y estético de la necesidad de aportar al terreno natural un gran volumen de tierra de relleno, para poder alcanzar la cota de inundación mínima pedida por el Municipio.
En el Edificio 01 se encuentra todo lo referido al alojamiento y recreación de equipos, con un hall de recepción, 18 habitaciones y SUM. El Edificio 02 contiene, en la planta baja, los servicios y lo específicamente deportivo, depósitos, sala de máquinas, vestuarios de personal, vestuarios de público y gimnasio, con acceso independiente y salida directa a las canchas. En el primer piso, se ubicó el sector social y administrativo. Esto incluye un restaurante / bar (también utilizado como salón para fiestas o eventos), terraza, cocina y un sector de oficinas. En esta planta se trabajó con grandes carpinterías buscando no sólo captar las mejores vistas del paisaje para quien quiere disfrutarlo mientras se encuentra en el bar, sino también, ofrecer un panorama general de la totalidad del complejo y las canchas, para el que prefiere ver los distintos partidos o trabajos de entrenamiento, desde la comodidad del espacio cubierto.
El aspecto constructivo está resuelto con dos sistemas diferentes. Uno, responde a la forma más tradicional de estructura de hormigón armado y mampostería, y, el otro, incluye un sistema de construcción en seco, con grandes vigas reticuladas de hierro, perfiles galvanizados y placas cementicias como revestimiento exterior e interior.
Para el desarrollo formal y espacial del proyecto fue fundamental el trabajo con maquetas. Su resultado, responde a tres objetivos principales. Por un lado, que los edificios se fueran desarmando, fracturando y facetando con el fin de colonizar el territorio. Por otro, que se generen espacios diversos, los cuales sorprendan y provoquen múltiples sensaciones. Y, por último, que la arquitectura fuera totalmente contemporánea, ya que la construcción del hábitat es parte de un proceso en constante transformación, que busca ser nexo entre lo anterior y lo próximo.