

Centro de Artes Urbanas
CENTRO DE ARTES URBANAS
La decisión de conservar la fachada y los espacios interiores y urbanos que la misma define fue la que llevó a la búsqueda del sistema morfológico. La idea era que esté conformado por volúmenes llenos y vacíos que sirvieran de articulación entre los espacios determinados por la fachada y el entorno, así como también de las unidades espaciales interiores. Así, la nueva masa entra y sale detrás del viejo frente, generando entre una y otra, una serie de espacios interiores y exteriores que se expanden y contraen.
Es en este juego donde se crean las complejidades espaciales, donde también el espacio urbano entra y sale, dialoga con el interior, con lo nuevo y lo viejo. De esta manera, los espacios se superponen, desarrollan la complejidad del conjunto. La masa de hormigón no cae de forma pesada sobre lo existente, sino que se desarticula mediante aberturas que proponen un juego entre lo lleno y lo vacío, las luces y las sombras.
La historia va dejando capas de significantes que al superponerse en sucesivas operaciones de transformación producen un sedimento de formas, texturas y colores. La antigua fachada de mampostería, con sillares de símil piedra y cornisas, no esconde la naturaleza pétrea del hormigón visto de las nuevas estructuras, que alojan un sistema de espacios de diferentes tamaños y condiciones de aislación e iluminación. La construcción nueva, evidenciada sobre lo histórico, conforma otra capa en este palimpsesto. (Conceptos de la memoria del estudio).