Una obra de Antonio Bonet e Hilario Zalba de 1940 en Chapadmalal, Provincia de Buenos Aires.

El verano moderno en la casa Daneri
Hilario Zalba había nacido en Balcarce, en 1912. Entre 1922 y 1928 reside en España donde cursa un bachillerato con orientación técnica, y a su vuelta a Argentina, radicado en La Plata, se inscribe en la carrera de Ingeniería en la universidad de esa ciudad, donde cursa los tres primeros años de la carrera, para pasar luego a Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires, donde se gradúa en 1938. Entre el año de su graduación y 1940, asociado a Simón Ungar, proyecta sus primeras obras, las casas Renom, en La Plata, y Arroyo, en Olavarría, de corte decididamente moderno, y la casa Daneri, asociado por primera vez con Bonet. Dentro de la relativamente extensa producción realizada por Bonet durante su permanencia en Argentina, entre 1939 y 1963, se podría convenir en que hay algunas obras que la crítica y la historiografía colocaron en un lugar destacado en el desarrollo de la arquitectura moderna en Argentina y Uruguay, como son el edificio de Suipacha y Paraguay, en Buenos Aires, de 1939, La Solana del Mar y la casa Berlingieri, ambas en Portezuelo, Uruguay, de 1947, la casa Oks, en Buenos Aires, de 1957, y el edificio Terraza Palace, en Mar del Plata construido entre 1958 y 1963. Sin embargo, muchas otras obras de Bonet, pasaron, y aun hoy pasan desapercibidas, entre las cuales se puede colocar a la casa Daneri.
Más allá de la poca difusión que haya tenido la casa Daneri, al filo de la década del 40 resulta una pieza ciertamente inesperada en el panorama de la arquitectura moderna argentina. Bonet y Zalba preparan un primer proyecto, posiblemente más previsible, con planta baja libre y una cubierta curva que presenta puntos en común con las cubiertas del edificio de Paraguay y Suipacha. Este primer proyecto es desechado por el comitente, y los autores pasan a una segunda opción que finalmente es la construida en Chapadmalal, una zona semi rural pensada como alternativa a Mar del Plata para residencias de verano. Sobre un amplio terreno frente al océano Atlántico, con suaves ondulaciones que van bajando hacia el mar, la casa fue construida con muros portantes de piedra sin revoques. Un cuadrado central contiene el living comedor y la cocina, flanqueado por dos rectángulos idénticos, cada uno con un dormitorio y su baño; todo cubierto por un magnífico techo a dos aguas, de tejas romanas, que se expande sobre las fachadas largas, en sentido inverso a las pendientes, y forma las anchas galerías sostenidas por troncos apenas desbastados. La simetría axial de la planta baja se desplaza con un entrepiso y una gran lucarna que lo contiene. La casa Daneri, es una pieza, que enlaza muy tempranamente los conceptos de modernidad y regionalismo a través de una muy estricta interpretación del pintoresquismo en clave moderna. Al mismo tiempo, la elegante simetría de la planta y la repetición de las fachadas largas, superpuestas a los amplios techos, las profundas galerías y la exposición “rústica” de los materiales acentúa el efecto de capas de saberes arquitectónicos superpuestos donde basculan tanto el palladianismo como el rancho pampeano.



